martes, 21 de agosto de 2012

Enfermedad I


Pues mirad que os digo: sobre la nueva enfermedad que empieza a azotar ciertas zonas de África, yo no me creo ni un pelo. Los informativos empiezan a hinchar la bola de algo que no sólo es inverosímil, sino de receta paranoide. Yo, que desgraciadamente no tengo conocimientos avanzados de medicina, me dispongo a mostrar una serie de argumentos que a priori debo considerar acertados:

1º- Es imposible que a alguien le salga orchata por el culo a no ser que esa orchata, como en el porno desviado, haya sido introducida por el mismo agujero poco antes. Y los informes de la ONU señalan que la orchata sale espontáneamente del culo de esos pobres negros incivilizados, lo que da otra argumentación posible: ¿de dónde sale esa orchata si, para empezar, no se conoce existencia de chufa, por ejemplo, en Sierra Leona?

2º- Que esa orchata salida del culo te contagie un tipo de SIDA que además de SIDA te dé una extraña variante de cáncer llamado cáncer de SIDA. No hay estudios hasta la fecha que demuestren la existencia de esa enfermedad Sidancerígena. Hace pocos días, para salir de dudas, me puse en contacto con el eminente doctor en SIDA aplicado Dan Stiglitz, profesor emérito y barrendero de la New York State University y, como era de esperar, disipó toda duda al respecto. Dijo, en palabras textuales: "no tengo constancia de esa enfermedad", para luego soltar un categórico "¿le lavo los zapatos, señor? Hace falta decir que el doctor Dan Stiglitz es negro.

3º- Que no hay enfermedad, sea de orígen vírico o no, que pueda convertir la cara de un enfermo en una mesa de pinball. Lo que más se acercaría a un cambio de cara significativo, si lo comparamos con otros individuos de la misma especie, es el hecho de ser Borbón.


No hay comentarios:

Publicar un comentario