sábado, 6 de abril de 2013

Entrevista imaginaria

Está claro que estoy ante una leyenda viva de la muerte. A veces nos puede parecer extraño usar esa combinación de palabras para nombrarle, pero cuando uno lo piensa bien, no puede utilizar una fórmula menos incorrecta. ¿Cómo se siente teniendo un cáncer terminal durante 81 años? Supongo que mal, pero ambos sabemos que estar al filo de la muerte es algo estimulante. Todos hemos estado apunto de matarnos alguna vez, ¿verdad? Sea con una piedra mal lanzada o por un coche conducido por un famoso profundamente borracho. Y usted lleva muchos años matándose lentamente, y aquí sigue. Es usted lo que Bram Stoker llamaría como "La Muerte en Vida". Un tumor cerebral que ha hecho metástasis en todo su cuerpo y en el de sus familiares. Un tumor muy cabrón, como lo llamaríamos coloquialmente. Con esa información delante, deberíamos reconocer que la vida a veces resulta ser poco más que una broma cruel. Yo, por ejemplo, vivo con el terror constante de morir en cualquier momento. Si me duele la cabeza, lo primero que pienso es que tengo cáncer. Y no creo que eso sea algo extraño, más bien al contrario. De hecho, en el futuro, lo más probable es que todo el mundo tenga cáncer. Considero que será como el périplo de los dientes de leche, como la primera menstruación o el primer polvo. Usted, en este sentido, ha hecho muchas cosas para normalizar el cáncer. Recuerdo lo que me contó una vez: volviendo usted del hospital ese viernes de 1932. Llegó al trabajo y todo el mundo le recibió con un homenaje. Y al año siguiente el homenaje fue menor, pues seguía usted vivo. Y así hasta que simplemente dejaron de sentir pena y se dedicaron a sus vidas. Luego la guerra, pero eso son otras historias. Por otro lado no querría indicar que eso fuera un menosprecio. Ni mucho menos. Simplemente se ubicó en la normalidad de la muerte. Porque la gente siempre muere. Y en unos años mucho más, porque esto parece el S.XIX y una guerra realmente grande no tardará en llegar. Pero venga, no rompamos el final. Tomémonos una cerveza y hablemos largo y tendido de lo muy mal que se encuentra.

2 comentarios: