viernes, 5 de abril de 2013

¿Qué te pasa?

Estás en la calle. Hace frío, el viento silba de esa forma siniestra. Tu bufanda se mueve como una bandera izada. Te duele mucho el cuello y no sabes por qué. Quizás te has dormido en una mala postura. Quizás te duele porque a veces las cosas simplemente duelen sin razón alguna. De pronto te encuentras con tu ex-pareja. La acompaña un hombre mucho mejor que tú en todos los sentidos. De hecho es tan guapo que una parte de ti se lo follaría. Ella te saluda con una sonrisa calculada. Te pregunta cómo te va. Tú le dices que bien, como siempre, porque tú siempre estás bien. Ella asiente con una mirada de pena que conoces de hace años. Sigue siendo la misma persona, aunque parezca extraño. En ese momento te sientes como si el pasado y todos los recuerdos con ella fueran esporas que se esparcen por el aire. Él se presenta. Te dice, con un español demasiado masticado, que se llama Ewan McGregor. Oyes su nombre y sabes perfectamente quién es, pero tu cara no muestra expresión alguna porque vas ciego de calmantes. Eso, de alguna forma, te da un aire de dignidad que dura hasta que lo piensas bien. En ese momento, imbuído en una sensación de claustrofobia, bajas la mirada. Hay unos instantes de tensión. Los dos se quedan sonriendo y observándote. Te duele un montón el cuello. Al final, después de un periodo de duda, os despedís. Parecía que teníais cosas a deciros, pero sólo queda vacío. Te duele muchísimo el cuello. Es como un pinchazo agudo y venenoso que te desconecta de la realidad. Tal vez sea un tumor.

1 comentario:

  1. Es extraño, pero siempre le dolía el cuello cuando iba a tener una experiencia gay. Quizás es eso, ó quizás sí sea el tumor. En todo caso la bufanda oculta bien su enfermedad

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