domingo, 10 de junio de 2012

Tonterías rápidas y estúpidas


Eres una persona demasiado sensible. En tu vida cotidiana todo te afecta. Si alguien te trata mal por la razón que sea, te escondes la bola emocional y la sueltas en el baño. Si ves que ha habido un accidente en China en el que han muerto cuatrocientas cincuenta mil personas, no puedes comer bocado en todo el día. 

Con los años has ido desarrollando una adicción a la auto-tortura. Antes odiabas que tu cabeza pensara cosas malas de ti mismo, pero ahora lo necesitas. De algún modo, te has convertido en una de esas abuelas que se ponen la radio debajo de la almohada y se dedican a escucharla hasta que caen en un ligero sueño.

Un día vas por la calle hablando contigo mismo. Tu mente te acusa de ser un idiota, para variar; y tú te peleas con ella para no entrar en colapso. En la calle hay mucho viandante. Casi todos van en grupos de tres o cuatro. No puedes evitar pensar que estás solo en el mundo, aunque no sea así. Mientras caminas, empiezas a pensar que toda esa gente cuyas vidas parecen a priori más agradables que la tuya te observa con un ligero desprecio. Oyes una risa, y te pones a pensar que quizás esa risa iba dirigida a ti, a tu persona, a tu triste y solitaria persona, porque no vales nada. Una vez se rieron de ti en la calle, te recuerda tu cabeza. ¿Por qué ahora tendría que ser distinto?

Esa sensación de desarme que te provoca toda esa gente te obliga a acelerar el paso y a intentar evitar las calles más transitadas. Sabes que solo te sentirás tranquilo si coges el trayecto más desierto hacia tu casa, aunque des un gran rodeo.

Cuando bajas el ritmo de tus pasos te descubres en una callejuela. Respiras aligerado. Ahora ya nadie se ríe de ti, pero lo que no sabes es que hay un loco con una escopeta en la mano que ha sacado medio cuerpo por la ventana y que en ese preciso instante te está apuntando y que de aquí dos segundos y medio una bala impactará de lleno en tu cráneo. Pero lo que tu cabeza sí sabrá en el momento anterior a tu muerte es que todo esto habrá sido por tu culpa.

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